En un ambiente
de comunión eclesial, este Miércoles Santo, se celebró la Misa Crismal en la Catedral
de San Vicente, que presidió Mons. Elías Rauda junto a los sacerdotes de la
Iglesia diocesana.
La
celebración, estuvo marcada por la renovación de las promesas sacerdotales del
clero vicentino y la consagración del Santo Crisma y los óleos de los
catecúmenos y de los enfermos, que se utilizan durante todo el año litúrgico
para la administración de los sacramentos.
Iluminada
por el Evangelio de San Lucas, la homilía se centró en el mensaje programático
de Jesús dado a conocer en este texto bíblico. Al respecto, Mons. Elías recalcó
la misión de Cristo y por ende de cada sacerdote, a los cuales agradeció su
entrega y sacrificio en bien del pueblo santo de Dios.
La Misa
Crismal es una celebración anual que expresa la comunión de la Iglesia, y su
unidad en torno al Pastor Diocesano y su clero. Por la renovación de las promesas
sacerdotales, la bendición de los óleos y consagración del Santo Crisma, se
manifiesta la identidad sagrada de la Iglesia y su servicio en la salvación de
los hombres.
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