El núcleo
temático de las meditaciones que se
compartieron en este encuentro, se basó principalmente en el mensaje de
Benedicto XVI en la Exhortación apostólica post sinodal “Verbum Domini”, que
recoge las reflexiones y las propuestas surgidas del Sínodo de los obispos, que
tuvo lugar en el Vaticano en octubre de 2008 sobre el tema “La Palabra de Dios
en la vida y en la misión de la Iglesia”.
Las
reflexiones estuvieron a cargo del Arzobispo de San Salvador Mons. José Luis Escobar, del Obispo Castrense
Mons. Fabio Colindres, del recién nombrado Obispo de Sonsonate Mons.
Constantino Barrera y del Pbro. Atilio López Guevara, OFM.
Según Mons.
Rauda el objetivo de los ejercicios espirituales de este año fue “Redescubrir
la centralidad de la Palabra de Dios en la vida personal de cada sacerdote y la
urgencia y la belleza de anunciarla para la salvación de la humanidad como
testigos convencidos y creíbles del Resucitado”.
“Más allá
del cumplimiento de una norma canónica que señala que todo el clero debe
participar de los ejercicios espirituales una vez al año, este retiro tiene que
ver con la renovación, con el reencuentro, con el amor primero de Jesucristo
que nos ha llamado a servir”, señaló.
La
instancia de los ejercicios espirituales anuales es altamente valorada por los
sacerdotes como una excelente oportunidad para celebrar la Eucaristía en la
comunidad del presbiterio, orar juntos, reflexionar sobre temas de la
espiritualidad sacerdotal y revisar la propia vida a la luz de la Palabra del
Señor. De este modo, los días transcurridos en oración, preparan al sacerdote
para reiniciar su trabajo fijando los ojos y el corazón en Cristo Buen Pastor y
en la comunidad de hermanos que la Iglesia les ha confiado.
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